BIENVENIDOS

BIENVENIDOS
EMPIEZO UNA NUEVA AVENTURA, ESPERO SEA DE TU AGRADO

domingo, 2 de febrero de 2014

RECUERDOS

1961, tarde de un martes cualquiera: Trece años plenos de rebeldía y vanidad a pesar de no ser tan agraciada que digamos: Ceja poblada, de un metro de estatura piernas bellamente peludas, abundante cabellera lisa, flaca como un palo, trompuda y de sobresalientes “cumbres”. Comenzaba a crecer en mí, entre muchos, un gran sueño: CONOCER A ENRIQUE GUZMÁN EN PERSONA. Sacarle a papá por adelantado el “domingo” para comprar fotos era toda una odisea:
—Ándale, papi; mira —le dije con toda seriedad respirando hondo y profundo y me solté como tarabilla sin soltar el aire:
—El fin de semana me pongo bien trabajosa barro y trapeo la cochera limpio ventanas lavo trastes riego el jardín lavo mi ropa baño al Zuky arreglo mi closet o lo que quiera mamá pero adelántame mi domingo porfitasssssss —me desinflé  para volver a inhalar y llenarme de oxígeno y continuar exponiendo mi urgente necesidad—.  Necesito comprar unas fotos que se van a agotar para siempre Papáaa en serio no van a volver a existir jamás y yo me voy a morir y ¿no querrás cargar mi muerte en tu conciencia verdad?
— ¿Fotos? ¿De quién? ¿Quién es ese mago que puede lograr que te pongas tan “trabajosa”?
— ¡ENRIQUE GUZMÁNNN!! —le grité a punto de caer desplomada. ¿Cómo era posible que mi padre que todo lo sabía no conociera al cantante más talentoso del Universo.
— ¿NO LO SABES? ¡Es el cantante, el mejor y más guapo que yo haya conocido jamas!!...estoy enamorada, papá, por primera y última vez y debo tener sus fotos porque algún día me las va a firmar, ya verás.
Ah…bueno, entonces cuando se acerque ese día ya veremos…
— ¡NOOO! ¡ Será muy tarde!, yo necesito comprarlas mañana que vaya al colegio, o estaré toda muerta.
—Así que te vas a morir y toda —me dijo sin dejar de ver el periódico.
— ¡Sí! severamente, papito y va a ser una pena que me muera toda sin tenerlo aunque sea en fotos —respondí tratando de destrabarme los dedos que llevaban horas cruzados para lograr mi deseo.
—Y ¿cómo será eso, se puede saber? —preguntó sin quitar la mirada del papel. Yo con los dedos “enchangados”  (haciendo changuitos) a punto de la gangrena y de perder la cordura esperaba un no definitivo así que le respondí inmensamente acongojada (para llegarle al corazón):
—Me sentaré bajo el huizache del terreno de al lado y me dejaré morir como los indios del Llanero Solitario...

***


Bueno,  aclaro que obtuve lo que quería, y además sus discos que más tarde compraba con el producto de mi trabajo. Enrique se convirtió en el personaje más importante de mi historia, el primer poema que escribí fue para él... en verdad me enamoré y nunca dejé de estarlo, y hablo de ese sentimiento limpio, sutil y sensible que se quedó tatuado en mi corazón y a día de hoy aún permanece, más maduro, más sensato, menos volátil y sobre todo con mucho respeto, porque es hacia el ser humano con sensibilidad, hacia el hombre de temple y carácter bien plantados (ejemplar), hacia el esposo de una maravillosa mujer a quien considero mi amiga, hacia el padre, hacia el abuelo y...hacia el amigo. 

Este próximo 14 de febrero día del amor y la amistad (que nunca celebro), si Dios me lo permite, será el primero de mi larga vida que festejaré y lo haré sentada en una butaca del Auditorio Banamex, con ENRIQUE GUZMÁN Y LOS TEEN TOPS en Amor es Rock and Roll Versión 2014; reconstruyendo historias, y poniendo “SELLADO” a uno más de mis sueños para guardarlo en donde guardo mis más valiosos tesoros: en mi corazón.
 
Tengo la fortuna de no sólo haber conseguido su firma alguna vez, sino de contar hoy con su aprecio el cual atesoro día a día desde  el fondo de mi alma. 

Señor Enrique Guzmán, con el respeto que me merece Rosalba a quien admiro y quiero profundamente, que me mereces tú:  ¡TE AMO! Mis mejores deseos porque tu vida sea más plena por muchos años más, ya los tengo expuestos a La Luz Divina para que todo conspire a tu favor. Una vez te dije que no se puede desear éxito al Éxito mismo y tú lo eres, porque lo llevas en las venas, así que solamente me resta decir:


¡GRACIAS POR EXISTIR, SEÑOR DE MIS RECUERDOS, DE MIS SUEÑOS, DE MI HISTORIA!  Contigo... ¡Siempre!

María Ayala.